Cristiano en estado crítico fue obligado a beber agua del baño en prisión
Bajo cargos falsos, un cristiano mongol de 28 años enfrenta condiciones críticas después de haber sido sometido a una intensa persecución en una prisión de máxima seguridad en Hohhot, Mongolia Interior. Alamus, también conocido como Alamusha, originario de la Liga Xilingol de Mongolia Interior, se enfrenta a una condena de 15 años por lesiones intencionadas, aunque no participó directamente en una pelea durante una reunión de compañeros en su ciudad natal durante las vacaciones de invierno de 2013.
Según ChinaAid, un organismo de control de la persecución con sede en Estados Unidos, Alamusha fue objeto de tortura en régimen de aislamiento, como se revela en un vídeo publicado por su tía en las redes sociales chinas. En el video, la tía alega que fue golpeada, provocándole la perforación del tímpano, luego de negarse a declararse culpable de los presuntos “delitos”. Incluso después de presentar numerosas denuncias, las apelaciones de Alamusha fueron ignoradas, lo que provocó más represalias y torturas.
El ex convicto Du Wen, ex subdirector de la Oficina de Asesoría Jurídica de Mongolia Interior, describe la tortura como incluso más brutal de lo que se muestra en el vídeo. Retrata a Alamusha como un individuo honesto, valiente y espiritualmente resistente que encontró el cristianismo mientras estaba en prisión.
La prisión de Hohhot, conocida por encarcelar a personas involucradas en delitos graves, genera serias preocupaciones sobre el estado de derecho y el trato a los prisioneros en China, especialmente aquellos de minorías religiosas como los cristianos, según Du.
Este caso ha atraído la atención internacional, y las organizaciones de derechos humanos han pedido una investigación rápida, justa y transparente sobre las denuncias de tortura y encarcelamiento injusto.
El cristianismo en Mongolia, una religión minoritaria en el país, representa solo el 1,94% de la población, según el censo de 2020. Desde el fin del régimen comunista en la década de 1990, alrededor de 40.000 mongoles se han convertido a denominaciones cristianas, incluidos protestantes, católicos, séptimo adventistas del día y otros. El budismo lamaísta y el chamanismo siguen siendo las religiones tradicionales, mientras que Mission Eurasia señala que la mayoría de los grupos étnicos de Mongolia aún no han sido alcanzados por el Evangelio.